Sabado 21 de Agosto. Singapur.

Cuando nos levantamos hacía ya mucho que la gente habia desayunado. Nos dimos cuenta de que la gente alli vive, en el hostel, una china que segun ella esta de vacaciones 4 meses, y que mejor que en un hostel. Otro chaval que sus padres se volvieron a Malasia pero el que nació alli, se queda, y como su familia alquiló el piso pues a vivir a un hostel 7 meses, la verdad es que hay genta rara, rara por el mundo.

Miramos a ver donde esta la leche que compramos anoche, ha desaparecido, leemos, pero ya un poco
tarde, que de la nevera no se puede tocar nada de otros, excepto la leche que es sana para los huesos... ponen ese cartel despues de mangar un bote de leche...? Tambien nos han abierto nuestro paquete de pan de molde de corte extra gordo, y nos han comido una rebanada. Tras mirar a todos los del hostel con cara de sospechoso, nos vamos a hacer un poco de turismo.

Vamos a china town, miles de puestos de comida con sillas en medio para sentarse, zumo de caña de azucar, 60 cent. euro, el doble que en vietnam, pero sigue siendo barato. Comimos por 2 euros cada uno, empanadillas fritas, verdura, arroz.

De aqui a un parque que vemos muy chulo en el mapa, con una fuente cuadrada en el centro, llegamos en metro, 1 parada cuesta lo mismo que 6 paradas, no sabemos por que. El parque es de todo menos accesible, fuimos buscando descanso y nos encontramos a Juanito Oliazabal escalando el parque, madre mia cuanto habia que subir, y subir. Al final llegamos al parque, pero no vimos el lago, habia una especie de muralla y se supone que dentro estaba el agua, pero no se podia ver el agua, un concepto muy raro de lago tienen en singapur. A parte, había una valla con un cartel de un tio disparando a otro, asi que no quisimos acercarnos mucho. Decidimos que nos habiamos equivocado de parque, volvimos a china town, compra compulsiva de regalos, nos quedamos con ganas de comprar imanes para la nevera de nuestras madres, pero temimos que si se olian la noticia no nos dejaran volver nunca mas a casa. Asi que compramos unas inofensivas postales, y algo mas que no podemos decir porque lo estareis leyendo ahora mismo.

Nos tomamos una cerveza en un sitio donde anunciaban que no habia que pagar ni tasas al gobierno ni pagar el servicio, aun así la cerveza mas barata era 2,5 euros, 0,5l. Decidimos ir a una competicion de los juegos, a la de salto acuatico, habiamos hablado por telefono y nos dijeron que estaban agotadas, pero que la gente solia ir 1 hora antes a ver si había entradas. Fuimos para alla, en la parada de metro nos acompaño una señora voluntaria de la organizacion hasta el pabellon. Tras esperar mas de 1 hora, no pudimos conseguir ninguna entrada de nadie que le sobrara, tras pasar el mal momento de reventa de las Ventas, nos fuimos a acallar nuestras ansias de deporte dandonos una buena cena. Un laksa bien picantito para mi, y un filete de toda la vida para silvia, y de vuelta andando pasamos por un edificio de oficinas donde curiosamente tienen una estatua de Platon, junto con la de Churchil y otros dirigentes, la comparacion la veo algo forzada.

Vimos la pequeña arabia, o arabian street, un par de calles con casas muy bajitas, poca luz, y bares en la calle, muy chulo, lleno de moros sirviendo y occidentales bebiendo. A casa llegamos perfectamente, esta ciudad es mas segura que los ahorros de Emilio Botin. Recogida de ropa y a roncar.

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